MURIÓ EL CANTANTE SANTIAGUEÑO LEO DAN A LOS 82 AÑOS

Hace unos días concedió su última entrevista, donde expresó que su carrera había sido un «viaje maravilloso» y calificó como «hermoso» el hecho de que sus canciones «siguieran dando la vuelta al mundo». Estas palabras cobran un significado especial con el fallecimiento, este 1° de enero, de uno de los máximos referentes de la música romántica en América Latina: Leo Dan, reconocido cantante y compositor de éxitos como «Santiago querido», «Cómo te extraño mi amor» –interpretada por Café Tacuba–, «Te he prometido», «Pídeme la luna», «Esa pared», «Mary es mi amor» y «Una calle nos separa» –reinterpretada por Néstor en Bloque–. Su legado, que abarca cinco décadas, cruzó fronteras, épocas y géneros, marcando profundamente la música popular y dejando una inspiración en artista.

Mediante redes sociales, la familia del artista de 82 años –quien vivía en Miami– expresó que «partió en paz y acompañado del amor de sus seres queridos». El texto añade: «Invitamos a todos los que formaron parte de su historia y que fueron tocados por su legado, a celebrar su amor, su música y su vida».

Leopoldo Dante Tévez nació en Estación Atamisqui, Santiago del Estero, en 1942. Creció en una familia humilde de comerciantes de pueblo y de origen gaucho. A los cinco años comenzó a tocar armónica y flauta. A los 16 aprendió guitarra y compuso la primera canción de muchas: «Celia». Tras una experiencia con un trío de folklore, integró el grupo de rock Los Demonios del Ritmo. Quería estudiar veterinaria, pero –aseguraba– Dios le había dado un don y deparado otro destino.

Con 20 años llegó a Buenos Aires tras oportunidades. Encontró una de la mano de la discográfica CBS (actualmente Sony Music). Entonces, nació Leo Dan. «Celia» se convirtió en un éxito, marcando el inicio de su carrera que, en números, abruma: más de 40 millones de discos vendidos, más de 1500 canciones grabadas en distintos idiomas y géneros (tropical, folclore, cumbia, tango, vallenato, rancheras) y 70 discos.

A «Celia» siguieron «Fanny», «Cómo te extraño…», «Libre, solterito y sin nadie» y «Santiago querido». La buena recepción de los temas derivó en su participación en el programa Sábados continuados (1964). Igual que Palito Ortega, incursionó en el cine entre 1965 y 1968, con Santiago querido!, Cómo te extraño, La muchacha de a bordo y Por un caminito. Entre finales de los ’60 y mediados de los ’70 tuvo su pico de popularidad, similar al de Ortega. Idolo de una generación que se formó con los primeros hits de la TV y de programas que comenzaban a quebrar el auge del tango, se lo considera uno de los fundadores de la Nueva Ola.

En 1966 se mudó a España junto a su esposa Mariett. En 1970 se trasladaron junto a sus cuatro hijos a México, donde vivieron por diez años y él expandió una potente influencia. Por esa época sus temas fueron interpretados por más de 1600 músicos y ganó un Grammy por su tarea como compositor (otros reconocimientos: Ascap y discos de oro). En los ’80 regresó a Argentina, y en los ’90 se postuló como gobernador de Santiago, cargo que no obtuvo.

En Estados Unidos tiene su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Hace un año había anunciado su retiro de la música y, durante 2024, hizo la gira de despedida «El adiós de una leyenda». El 22 de diciembre, en aquella última entrevista con Radio Rivadavia, contó que tenía planeado volver a la Argentina. Y dijo, también: «Mi vínculo con el público es eterno».

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