La expresidenta resaltó el valor simbólico de El Eternauta como emblema de la identidad nacional y llamó a recuperar el orgullo de construir un país con mirada propia, pensado por y para los argentinos.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció este mediodía en público tras más de dos meses, durante el Encuentro de la Cultura Popular organizado por el Instituto Patria en el barrio Saldías. El acto coincidió con el 25 de Mayo y el aniversario número 22 de la asunción presidencial de Néstor Kirchner.
Cristina centró su discurso en cuestionar el modelo económico de Javier Milei. “¿Se dieron cuenta de que estos tipos no construyeron nada? Ni una puta escuela, ni un puto edificio, nada. Le cambian el nombre a lo que otros hicieron. Qué mediocres, qué chatos. ¿Quién se va a acordar de estos tipos en 20 años?”, disparó.
Advirtió sobre un posible nuevo default: “El décimo default no es una fantasía demasiado lejana” y criticó el eslogan del gobierno sobre la libre disposición de divisas: “Escuchame, un pastelito está dos lucas, ¿qué te pasa?”.
También señaló que el principal problema del gobierno es la falta de dólares y que, para disimularlo, “siguen largando bombas de humo para que discutamos cosas que pasan al olvido”.
En comparación con la dictadura, afirmó: “No había sindicatos, partidos ni protestas, y sin embargo fracasaron. A pesar de no tener oposición, fracasaron”.
Sobre el rol del Estado, sostuvo que “tenemos que hablar de un Estado eficiente, una nueva estatalidad”, y aseguró que la motosierra “ya no la levantan tanto” porque “entró en la casa de las grandes mayorías”.
Cristina también cuestionó el desempeño electoral del peronismo en CABA y llamó a revisar el rumbo del espacio: “Este modelo le sirve a un 30% de la población. El otro 70% queda afuera. Pareciera que quienes votaron a Milei tampoco quieren volver a nosotros, y tenemos que preguntarnos por qué”.
Respecto al rumbo económico, planteó que “la única manera de competir es con innovación tecnológica” y celebró el éxito de El Eternauta como ejemplo de producto cultural valioso: “Cuando uno tiene algo que vale, el inversor es extranjero pero no es estúpido”.
Finalmente, dejó un mensaje a la militancia: “Tenemos que dejar de ser militantes electorales para volver a ser militantes políticos. Esto requiere análisis, dejar egos y debatir ideas. Cuando hay tanto grupo suelto, lo único que hay es discusión de egos y mezquindades”.